Catalàn, nacido vivo del cuerpo ya sin vida de su madre. Su apellido es en realidad un apodo, "no nacido". Alrededor de 1224 se hizo mercenario y se fue a Argelia. Allí fue encarcelado y torturado para que no pudiera predicar. Cuando regresó a España, Gregorio IX lo nombró cardenal. Murió en 1240.