Cada 14 de febrero los enamorados alrededor del mundo intercambian tarjetas y regalos, pero ¿de dónde proviene esta tradición?
Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de ofrendas para así encontrar el amor ideal.
Otros centran el origen de esta festividad en el Imperio Romano del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido.
San Valentín era un sacerdote que ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, ya que en su opinión los solteros sin familia ni ataduras eran mejores soldados.
El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para los jóvenes enamorados que acudían a él.
Cuando el emperador se enteró, dio orden de encarcelar a Valentín.
Su carcelero quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Lo retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que había nacido ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista. Este hecho convulsionó al carcelero y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo.