No podremos compartir la mesa navideña, pero una parte de mí estará celebrando contigo. Y aunque esta tarjeta no puede reemplazar un abrazo, te hace llegar mis mejores deseos: Paz y Felicidad en esta Navidad y todo el nuevo año.
Más que el árbol adornado, más que los regalos comprados, más que las reuniones que se preparan, más que las luces que pronto se apagarán... la Navidad es el Amor que renace y se comparte en cada corazón. Que la verdadera alegría de la Navidad siga viva todo el año!